1.1. ¿Qué es la ciencia? Cómo funciona

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El término ciencia procede del latín “scientia” (conocimiento), se puede definir como el conocimiento que cubre verdades generales o el funcionamiento de leyes generales, especialmente desarrolladas y examinadas a través del método científico. Este método desempeña, como consecuencia, un papel fundamental en la ciencia, basándose en una serie de pasos bien definidos entre los que se encuentra la observación y la experimentación. 

Uno de los aspectos más importantes del método científico es la comprobación, mediante experimentos repetibles, de las hipótesis planteadas, entendiendo por hipótesis una posible explicación de un hecho que puede ser comprobada. Las hipótesis, a su vez, pueden convertirse en teorías verificadas, las cuales son explicaciones examinadas y confirmadas mediante observaciones o fenómenos. Hay que destacar el hecho de que una hipótesis esté bien propuesta no implica necesariamente su validez, ya que podría darse el caso que dicha hipótesis resultase ser falsa.

Imaginemos, que de modo similar como supuestamente Galileo hizo en la torre de Pisa, nos encontramos en la azotea de un edificio con la intención de medir cuánto tiempo tarda una pelota en llegar al suelo, entre las hipótesis que podríamos formular se encuentran las siguientes:

         Ese tiempo dependerá del material del que esté hecho la pelota.

         Ese intervalo variará en función de la altura del edificio.

         Dicho lapso de tiempo depende de la masa de la pelota.

         Por último, ese intervalo temporal está determinado por la apariencia estética de la pelota.

Tanto la primera hipótesis, como la segunda y la tercera podrán ser verdaderas o falsas, pero siempre serán verificadas a través de diversos experimentos. Por ejemplo, podemos emplear pelotas de diversos materiales (hierro, madera, plástico...) con distintas masas (50 g, 150 g, 250 g...), o podemos lanzarla desde edificios con diferentes alturas. Sin embargo, la última hipótesis indicada no es válida, puesto que la estética no se puede medir y por tanto, no se puede examinar mediante la realización de experimentos.

El objetivo común de todas las ciencias es conocer, los científicos buscan el entendimiento del mundo y la manera en la que éste funciona, para hacerlo emplean dos métodos de razonamiento lógico:

      Razonamiento inductivo: aquella forma de razonamiento lógico que utiliza observaciones relacionadas entre ellas con el fin de alcanzar una conclusión general. A partir de muchas observaciones, datos en bruto (cualitativos y/o cuantitativos) y un profundo análisis infieren conclusiones (inducciones) basándose en evidencias.

      Razonamiento deductivo: en este tipo de argumento se emplean principios generales o leyes para predecir resultados específicos. Por tanto, se trata de un patrón de razonamiento que se mueve en dirección opuesta al anterior. Partiendo de unos principios generales, el científico puede extrapolar y pronosticar efectos concretos que serán válidos siempre y cuando dichos principios también lo sean.

Ambos tipos de razonamiento se van a aplicar conjuntamente para permitir el avance del conocimiento científico.

Fuente: OpenStax College, Biology. OpenStax College. 30 May 2013.


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